En la tierra de Draconis no hay dragones. Una vez, los hubo. Una vez, los humanos y los dragones fueron amigos y crearon juntos la gran ciudad de Rivven. Pero luego vino la Tormenta de Dragones, y los dragones se retiraron del mundo de los humanos. Para los hombres y mujeres de Draconis, se convirtieron en leyendas y mitos. Cuando Erin y su dragón Rockhammer se pelean con otro vidente de dragones, los envían a Quietud. Allí descubren la Piedra del Consuelo, un objeto mágico que crea calma.