De excelente familia, muy rica y también bastante fascinante, el protagonista de esta novela a los treinta años ya es un estimado ingeniero al que realmente no le falta nada: villas, automóviles, pero también amigos, mujeres y salud. Un exceso de cosas para él cada vez más agobiante. Es por esto que de la nada decide dar un cambio radical a su existencia abandonando su trabajo y renunciando a todas las comodidades para irse a vivir a una cabaña en la montaña. Evocando los recuerdos de la infancia, descubre visiones de picos lejanos, manantiales claros, arroyos cantores, pastos verdes y, sobre todo, cascadas resplandecientes entre los recuerdos. Pero una vez en la montaña, donde por fin puede dedicarse incesantemente a la contemplación de la bola de fuego, se da cuenta de que las horas de luz de las que dispone ya no son suficientes... Con su escritura cáustica y azotadora, Mauro Corona vuelve a dar voz. a la epopeya de la montaña con un gran relato moral, una reflexión de absoluta actualidad sobre la relación entre el hombre y la naturaleza .