«Cuando se presentó el dolor me dijo: ?Yo soy tu nuevo amo. En el futuro no tendrás otro amo que yo.? El dolor no tenía forma alguna: era sólo un golpe y un claro acento. El golpe me alcanzó un poco más arriba de la pelvis, y su firmeza me trajo a la memoria al profesor de gimnasia de mis años escolares. Y el tono de la orden, también.»
CUANDO EL HOMBRE SE DESMORONA. UN CALVARIO EN VEINTICUATRO VERTEBRAS es un conjunto de pinceladas narrativas soberbias e ingeniosas, con una buena carga humorística, en las que un hombre maduro, forzosamente encorvado, pasa revista a las estaciones de su sufrimiento. Quien como Atlas todavía ayer cargaba el globo terráqueo sobre su espalda, hoy no es capaz de levantar una maleta para ponerla en la red portaequipajes de un transporte público. Y, lo que es peor, ni puede en casa de su amada moverse del borde de la cama. El hombre, en esas circunstancias, deja de ser erectus, pierde su identidad de garante del patriarcado, ve cómo la sociedad se desmasculiniza. Se siente inseguro en un medio en el que prima el rendimiento, ya sea laboral, económico, físico y, sobre todo, sexual. Qué hacer cuando una amante, historiadora del arte, le enfrenta a uno a la quintaesencia de la masculinidad: apolos, adonis y atlantes musculosos. Y, por si fuera poco, cuando uno aún no se ha recuperado, una productora de cine le encarga un guión cinematográfico cuyo personaje central tiene que ser el no menos apolíneo Tarzán.
El dolor de espalda es una metáfora del malestar del hombre como consecuencia de la pérdida del poder, del enfrentamiento con el otro sexo y, en definitiva, del imperativo de redefinir su identidad y su rol. En esta obra, Tilman Spengler sienta las bases de lo que define como una «nueva escuela de la espalda». Según el autor, es la literatura y no la gimnasia la que ayuda al ser humano a soportar el peso del mundo.
