Mario ha fallecido inesperadamente. Sola, aquella noche de vela, su esposa, Carmen, habla con él durante cinco horas. Y durante ese tiempo, Mario permanece impertérrito, como corresponde a un cadáver, en silencio y con los ojos cerrados… Pero no por muerto deja de escuchar el monólogo de la mujer. Desde allá donde está, incorpóreo pero plenamente consciente de la situación, es ahora Mario el que vuelve y, en sueños, contraataca.
En claro homenaje a Miguel Delibes y sus Cinco horas con Mario, José de Cora nos retrata la otra parte, la respuesta de Mario a su mujer; una respuesta nacida del dolor y del resentimiento, pero a la vez llena de humor y desenfado, donde da cuenta punto por punto, con ironía y mucha gracia narrativa, de los conflictos de su matrimonio y de la España de aquel año de 1966. Así, como en su día hizo Delibres, José de Cora nos habla de los asuntos eternos del ser humano: de la culpa, de la soledad, de la incomunicación, del sentido de la vida Y, con todo, Habla Mario revisita, desde la más profunda admiración, una de las grandes obras de nuestra literatura y, al tiempo, nos presenta su historia desde otro punto de vista, para el lector del siglo XXI.